El periódico afirma que su ministerio había iniciado una cooperación con la policía y con la embajada china.
La colaboración pedía que las actividades legítimas del movimiento Falun Gong se llevaran a cabo "donde no molesten a la delegación china".
Falun Gong es un movimiento parcialmente religioso cuyos representantes son conocidos por sus camisetas amarillas y que el gobierno chino considera una amenaza.
La Comisión del Tíbet está investigando el manejo de las visitas chinas por parte de la policía y otras autoridades a lo largo de los años. Es decir, si se violó el derecho de los ciudadanos a expresarse.
En varias ocasiones los manifestantes han sido escondidos junto a la carretera, según planos escritos de la policía y según declaraciones de testigos en la comisión.
De este modo se cumplieron los deseos de China, como también ocurrió en 2002, cuando el Primer Ministro Zhu Rongji vino de visita, según informó la policía.
La nota mencionada sobre Falun Gong fue informada por Per Stig Møller por su director, Friis Arne Petersen, a quien por lo demás describe como excelente.
La Comisión está intentando descubrir cómo los dirigentes de la policía de Copenhague pudieron tener la impresión de que los invitados de alto rango procedentes de China no deberían ver ni oír a los manifestantes. Y que era ampliamente conocido.
Pero Per Stig Møller no puede ayudar a aclararlo.
– No era algo que estuviera sobre mi mesa, afirma.
La presión sobre el Ministerio de Asuntos Exteriores fue feroz en 2002, antes de la llegada del Primer Ministro. Hasta 15 veces, China dijo a funcionarios del ministerio que no debía haber manifestaciones. Se les exigía que estuvieran fuera de la vista y del oído de Zhu.
Pero Per Stig Møller no fue informado de las numerosas consultas, que fueron atendidas principalmente por la oficina del ministerio en Asia.
– No es algo que moleste a un ministro de Asuntos Exteriores, afirma.
El jueves se entregarán a Per Stig Møller las actas de algunas de las numerosas consultas procedentes de China y prestará atención a los posibles matices lingüísticos.
– Dice demostrar, molestar y confrontar. Según él, son tres palabras diferentes con significados diferentes.
La Comisión pregunta mucho por una unidad especial en el Ministerio de Asuntos Exteriores, a saber, la de protocolo, que se ocupa de todos los aspectos prácticos relacionados con las visitas y que trabaja en estrecha colaboración con la policía.
Parece que el personal del protocolo es muy profesional y competente.
– No desmontas tu bicicleta si anda correctamente, dice.
El ex ministro también dice que le sorprende tener que responder preguntas sobre el año 2002.
– Lo único que recuerdo es que no hubo manifestaciones, dice sobre un viaje con Zhu al aeropuerto.
– Esperaba con ansias el viaje con él, pero estaba completamente en silencio, dice Per Stig Møller.
Fuente: La página nórdica