Lars Løkke Rasmussen es muy claro en su discurso cuando el viernes recibe una pregunta directa del presidente de la Comisión del Tíbet, el juez nacional Tuk Bagger.
– ¿Has dado tal mensaje?
- No.
– ¿Puedes decir eso honestamente?
– Puedo decirlo con total sinceridad, responde Lars Løkke Rasmussen, que ha sido Primer Ministro en dos ocasiones. Primero de 2009 a 2011. Y luego de 2015 a 2019.
El Presidente de la Comisión explica su pregunta diciendo que hay teorías de que la policía acaba de recibir órdenes de la cúpula absoluta de la sociedad de actuar contra los manifestantes.
Ésta es una de las razones por las que un total de 11 ex ministros han sido citados para ser interrogados, afirma.
La Comisión ya ha recibido información, en parte de interrogatorios y en parte de documentos, de que en varios casos la policía planeó o llevó a cabo maniobras para garantizar que los invitados chinos de alto nivel no vieran, por ejemplo, a activistas tibetanos o representantes del movimiento Falun Gong.
Esto ha ocurrido, por ejemplo, en 1999, 2002, 2004, 2009, 2011, 2012 y 2013.
Durante el interrogatorio, Lars Løkke Rasmussen se pregunta si es consciente de que los funcionarios violarían deliberadamente las normas danesas sobre libertades para satisfacer los deseos chinos.
– Mi respuesta es rotundamente no, dice.
En 2012, causó revuelo cuando agentes de policía arrancaron banderas tibetanas de las manos de ciudadanos pacíficos durante una visita de estado. También estaba "generalmente indignado" por esto, dice Lars Løkke, que en ese momento estaba en la oposición.
The former head of government at the time did not think about how it could go. But he’s been doing that lately, it sounds. And the arrow is aimed at public employees:
– An element of misunderstood and excessive willingness to serve may have spread, says Lars Løkke. He refers to current events. That the police and military be deployed against mink farmers. That a woman in Aarhus has her home searched after sharing a photo on Facebook.
– Is there anything broader about people taking signals down and acting on them inappropriately? These are some observations I have made. But it is a political consideration, says Lars Løkke.
Como nuevo primer ministro, decidió en 2009 reunirse extraoficialmente con el Dalai Lama, el líder espiritual de los tibetanos.
Esto provocó la mayor crisis en las relaciones entre Dinamarca y China de los últimos tiempos, según explicó el ex alto funcionario del Ministerio de Asuntos Exteriores, Ulrik Vestergaard Knudsen.
Pero el viernes, Lars Løkke Rasmussen cree que no fue tan malo.
– No fue necesario arrodillarme demasiado por mi parte. Ésa es mi propia valoración, afirma.
La representación de Dinamarca en Beijing envió un mensaje a Copenhague de que China exigía una garantía de que no se repetiría. Y desde entonces, ningún jefe de gobierno danés se ha reunido con el Dalai Lama.
– No he dado tales garantías, dice Lars Løkke Rasmussen.
Ese mismo año –en 2009– Dinamarca emitió la llamada nota verbal. En él, Dinamarca reconoce la soberanía de China sobre el Tíbet y se declara opositora de la independencia del Tíbet.
La nota verbal ha sido interpretada por algunos como el precio a pagar tras la conversación de Lars Løkke Rasmussen con el líder religioso tibetano.
Durante el interrogatorio, el ex presidente del Partido Liberal afirma que los diplomáticos hicieron un gran esfuerzo durante el proceso.
– Fue un esfuerzo diplomático general que se llevó a cabo profesionalmente y que nos permitió superar el proceso bastante bien, afirma.
Fuente: La página nórdica