Sin embargo, la prueba de toxicidad reveló que las micropartículas de polietileno o madera liberadas durante la trituración no tuvieron un efecto significativo en la viabilidad de las células del ratón.
La mayoría de las tablas de cortar están hechas de caucho, bambú, madera o plástico. Con el tiempo, estos utensilios de cocina desarrollan surcos y marcas de corte al moler, rebanar y picar alimentos. Recientemente, los investigadores han demostrado que algunos materiales de láminas de plástico, como el polipropileno y el polietileno, pueden arrojar manchas de tamaño nano y micro cuando se cortan con cuchillos. Sin embargo, estos estudios no estimaron cuántos de estos microplásticos podrían producirse durante escenarios realistas de preparación de alimentos. Esta sería información importante porque las partículas pueden tener efectos negativos para la salud si se ingieren. Entonces, Syeed Md Iskander y sus colegas querían estudiar las micropartículas que se liberarían al cortar vegetales en tablas de plástico y madera, y la toxicidad potencial de estos diminutos materiales.
Los investigadores recolectaron y midieron partículas de tamaño micro liberadas de tablas de cortar que fueron golpeadas repetidamente con un cuchillo. En su prueba, compararon los métodos de picado de cinco personas y el picado de una persona con diferentes materiales, con y sin zanahorias.
Según los resultados, el grupo calculó que la fabricación de alimentos podría producir anualmente entre 14 y 71 millones de microplásticos de polietileno y 79 millones de microplásticos de polipropileno a partir de sus respectivas láminas. Las estimaciones pueden variar dependiendo de:
- El estilo de corte de un individuo.
- Material del disco.
- La fuerza necesaria para cortar la comida.
- Si los ingredientes son gruesos o picados.
- Y con qué frecuencia se usa la tabla de cortar.
No se determinaron estimaciones anuales para las tablas de madera, aunque los investigadores informaron que estos artículos liberaron de 4 a 22 veces más micropartículas que las de plástico en varias pruebas.
Pero aunque se formaron muchas micropartículas, los investigadores encontraron que los microplásticos de polietileno y las micropartículas de madera liberadas al cortar zanahorias no alteraron significativamente la viabilidad de las células de ratón en las pruebas de laboratorio. Aunque las tablas de cortar de plástico son fáciles de limpiar, los investigadores concluyen que se podrían utilizar otras alternativas para reducir la posible contaminación microplástica de los alimentos.
HT
Fuente: ANI
Fuente: La página nórdica